El alumbrado
Acostumbra el hombre a hablar con su cuerpo, ojear
su ojo, orejear diamantino
su oreja, naricear
cartílago adentro el plazo de su
«El respiro, la inspiración, el coraje, el amor loco», ese es Gonzalo Rojas Pizarro,
poeta chileno perteneciente a la dinastía de los errantes, nacido en
Lebu el 20 de diciembre de 1916. Rojas, considerado una de las voces mayores
de la poesía contemporánea escrita en español, falleció en Santiago de
Chile el 25 de abril de 2011.
Gonzalo Rojas adquirió, según sus propias palabras, conciencia crítica
de su idioma por los caminos delmundo –como diplomático, exiliado y profesor–
después de haber dejado atados al litoral de Chile las lecturas de los
grandes escritores y De lamiseria del hombre, texto fundacional de su obra y
de una original poética que ha sido referente para las siguientes generaciones
de poetas hispanoamericanos. Una poética que se construye sobre un
permanente diálogo entre sus textos y los de los principales autores de la literatura
universal, entre la modernidad y la tradición.
Rojas es autor de una veintena de poemarios, entre los que destacan
–además de De lamiseria del hombre (1948)– Contra lamuerte (1964),Oscuro
(1977), Del relámpago (1981), El alumbrado (1986), Materia de testamento
(1988) o Río Turbio (1996), y las ediciones de sus obras completas,Metamorfosis
de lo mismo (2003) e Íntegra (2013).
Su trayectoria literaria ha sido reconocida entre otros galardones con el
Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el Nacional de Literatura de
Chile, el José Hernández de Argentina, el Octavio Paz de Poesía y Ensayo, el
Altazor o el PremioWaltWhitman.
Poeta esencial, visionario,ubicuo,heredero del relámpago,niño-anciano
indemne, fue galardonado con el Premio Cervantes de Literatura en 2003.
Acostumbra el hombre a hablar con su cuerpo, ojear
su ojo, orejear diamantino
su oreja, naricear
cartílago adentro el plazo de su
1
Y nada de lágrimas; esta mujer que cierran hoy
en su transparencia, ésta que guardan
en la litera ciega del muro
Tengo que dar con ese nicho que estaba ahí y no está,
tengo que dar con la transparencia
de esa perdición oyendo a ese pájaro
carácter de rey, tengo en el cementerio
Cualquiera sea la vibración uno es de estiércol y envejece por las puntas, el
responsable es el aroma terso de la piel que no está bien curtida
para un uso glorioso, ¿qué haremos
este diciembre, exactamente este
Por mis venas discurre la sangre presurosa del animal inútil
que come cuatro veces al día como un puerco,
que me tutea y me deprime
con su palabra ufana,
¿Y?, rotación y
traslación, ¿nos
vemos
el XXI? ¿Nos
Me arranco las visiones y me arranco los ojos cada día que pasa.
No quiero ver ¡no puedo! ver morir a los hombres cada día.
Prefiero ser de piedra, estar oscuro,
a soportar el asco de ablandarme por dentro y sonreír
Cuando abro en los objetos la puerta de mí mismo:
¿quién me roba la sangre, lo mío, lo real?
¿Quién me arroja al vacío
cuando respiro? ¿Quién
Lo que me gusta del cuadro es que el muerto
da a la ventana y la ventana
está abierta y el oxígeno
hace de las suyas con él, le canta y
No habrá pellín comparable, hasta la eternidad
no habrá pellín comparable al Macho Anciano que nos dio el fundamento
del instrumento, sin cuyo furor
lúcido no andan los volcanes, no crecen
Soñar con mariposa es párpado,
.con abismo
destello, con Juan tirado ahí encima
de los tablones de su celda aura
Guardo en casa con llave a las dos serpientes
dinásticas en
trinche aparte: Prorsa (así le puso Stendhal)
es más larga y sigilosa, más
Tan bien que estaba entrando en la escritura de mi Dios
esta mano, el telar secreto, y yo dejándola
ir, dejándola
sin más que urdiera el punto del ritmo, que tocara y tocara
Y cuando escribas no mires lo que escribas, piensa en el sol
que arde y no ve y lame el Mundo con un agua
de zafiro para que el ser
sea y durmamos en el asombro
1
Al mundo lo nombramos en un ejercicio de diamante,
uva a uva de su racimo, lo besamos
Leo en un mismo aire a mi Catulo y oigo a Louis Armstrong, lo reoigo
en la improvisación del cielo, vuelan los ángeles
en el latín augusto de Roma con las trompetas libérrimas, lentísimas,
en un acorde ya sin tiempo, en un zumbido
Tarde vine a saber que lo que no es aire
en poesía, ni rotación y traslación, son míseros libros
oliscos a inmortalidad, pura impostura
con vernissage y todo en la farsa
Azar
con balbuceo son las líneas de Ilión
en las que está escrito el Mundo, con
balbuceo y tartamudeo y
Sólo veo al inmolado de Concepción que hizo humo
de su carne y ardió por Chile entero en las gradas
de la catedral frente a la tropa sin
pestañear, sin llorar, encendido y
Tendré que dormir en alemán, aletear,
respirar si puedo en alemán entre
tranvía y tranvía, a diez kilómetros
de estridencia amarilla por hora, con esta pena
Cumplo con informar a usted que últimamente todo es herida: la muchacha
es herida, el olor
a su hermosura es herida, las grandes aves negras, la inmediatez
de lo real y lo irreal tramados en el fulgor de un mismo espejo
¿Qué veo en esta mesa: tigres, Borges, tijeras, mariposas
que no volaron nunca, huesos
que no movieron esta mano, venas
vacías, tabla insondable?
Oh voz, única voz: todo el hueco del mar,
todo el hueco del mar no bastaría,
todo el hueco del cielo,
toda la cavidad de la hermosura
¿De qué nos disfrazamos cuando escribimos
que no sea de nadie? Cuesta
vestirse de nadie, ser
ese raro comensal que estando ahí
La que duerme ahí, la sagrada,
la que me besa y me adivina,
la translúcida, la vibrante,
la loca
Claro que soy el zángano, y eso qué, polidactílico
encima de esta Underwood de ocasión, zumba que zumba
adentro del adentro del remolino
de estos diecisiete que uno cumple por cumplir al menor
l
Poca confianza en el XXI, en todo caso algo pasará,
morirán otra vez los hombres, nacerá alguno
del que nadie sabe, otra física
Esa vez que murió Bretón nos juntamos todos
a bailar. ¡Por Nadja! decíamos
tirando al aire las copas
contra las estrellas, y él miraba
Para Álvaro Mutis.
Cuando muera seré japonés
tendré vestido de vidrio, aura
de satori, entraré rey
Nace de nadie el ritmo, lo echan desnudo y llorando
como el mar, lo mecen las estrellas, se adelgaza
para pasar por el latido precioso
de la sangre, fluye, fulgura
Entre todos escribieron el Libro, Rimbaud
pintó el zumbido de las vocales, ¡ninguno
supo lo que el Cristo
dibujó esa vez en la arena!, Lautréamont
1
Muerta mi muerta, aclárese todo, admítase
e infórmese que María
Mc Kenzie no está ahí en ese cofre
Ningunos niños matarán ningunos pájaros, ningunos errores
errarán, ningunos cocodrilos
cocodrilearán a no ser que el juego
sea otro y Matta, Roberto
En cuanto a la imaginación de las piedras casi todo lo de carácter copioso es poco fidedigno:
de lejos sin discusión su preñez animal es otra,
coetáneas de las altísimas no vienen de las estrellas,
su naturaleza no es alquímica sino música,
De lo que menos se habla en esta casa es de esta casa,
del océano de esta casa,
de las circunvoluciones aéreas que van
de vidrio a vidrio sin considerar las
A Hilda, mi centaura.
Más que por la A de amor estoy por la A
de asma, y me ahogo
de tu no aire, ábreme
1
Espíritu del caballo que sangra es lo que oigo ahora entre el galope
del automóvil y el relincho, pasado el puente
de los tablones amenazantes: agua, agua,
Algunos árboles son transparentes y saben hablar
varios idiomas a la vez, otros algebraicos
dialogan con el aire al grave modo
de las estrellas, otros
Mucha lectura envejece la imaginación
del ojo, suelta todas las abejas pero mata el zumbido
de lo invisible, corre, crece
tentacular, se arrastra, sube al vacío
Veo un río veloz brillar como un cuchillo, partir
mi Lebu en dos mitades de fragancia, lo escucho,
lo huelo, lo acaricio, lo recorro en un beso de niño como entonces,
cuando el viento y la lluvia me mecían, lo siento
Por culpa de nadie habrá llorado esta piedra.
.
Habrá dormido en lo aciago
de su madre esta piedra
precipicia por
Como el ciego que llora contra un sol implacable
me obstino en ver la luz por mis ojos vacíos,
quemados para siempre.
¿De qué me sirve el rayo
Anoche te he tocado y te he sentido
sin que mi mano huyera más allá de mi mano,
sin que mi cuerpo huyera, ni mi oído:
de un modo casi humano
Sucio fue el día de la mariposa muerta.
Acerquémonos
a besar la hermosura reventada y sagrada de sus pétalos
que iban volando libres, y esto es decirlo todo, cuando
Al fondo de todo esto duerme un caballo
blanco, un viejo caballo
largo de oído, estrecho de
entendederas, preocupado
¿Qué es el tiempo? Cuando no me lo preguntan lo sé,
pero cuando me lo preguntan ya no lo sé.
Agustín de Hipona
Como reír es además de reír purificar
Ni el pan de la razón ni el pan de la locura,
ni el pensamiento sólido ni el pensamiento líquido
saben tanto del hombre como el cráneo nublado
por el aburrimiento.
Mientras me rasuro pasa por el espejo tu encanto:
entra y sale de él, espuma
y chispa de sangre. Me trizo,
me alitero maquinilla en mano contra
Un aire, un aire, un aire,
Un aire,
Un aire nuevo:
no para respirarlo
El rostro que perdemos cada mañana al
Comparar la velocidad del espejo con
Únicamente la vida,
¿no será el indicio
Lo liviano en Pekín son las bicicletas, esos millones
de alambre inmóvil tan veloz como la Tierra, sin un quejido
en su rotación, quimeras
exactas de la sabiduría más remota cuyo mito
Así que me balearon la izquierda, ¡lo que anduve
con esta pierna izquierda por el mundo! Ni un árbol
para decirle nada, y víboras, y víboras,
víboras como balas, y agárrenlo y reviéntenlo,
1
Lo que pasa con el gran lárico es que nació muerto de sed y no la ha saciado,
.
ni aun muriéndose la ha saciado, ni aun yéndose
No tenemos talento, es que
no tenemos talento, lo que nos pasa
es que no tenemos talento, a lo sumo
oímos voces, eso es lo que oímos: un
No le copien a Pound, no le copien al copión maravilloso
de Ezra, déjenlo que escriba su misa en persa, en cairo arameo, en sánscrito,
con su chino a medio aprender, su griego translúcido
de diccionario, su latín de hojarasca, su libérrimo
1) De libertino y adivino, ciego por fuera pero no por dentro, de
bazofia y más bazofia, de fibrosis
pulmonar desde 2003, pero el paisano no se queja.
2) De andar en los cien y seguir viviendo como un loco
A mi padre, como corresponde, de Coquimbo a Lebu, todo el mar,
a mi madre la rotación de la Tierra,
el asma de Abraham Pizarro aunque no se me entienda un tren de humo,
a don Héctor el apellido May que le robaron,
Los verdaderos poetas son de repente:
nacen y desnacen, dicen
misterio y son misterio, son niños
en crecimiento tenaz, entran
De las 300.000 palabras que habré pronunciado hasta la fecha, a contar
del miércoles 14 de mayo de mil
novecientos treinta y ocho, hay 3
que se han perdido; las otras
Obstinado de mí no habré podido avanzar un metro lerdo de burro
de Atacama a Arizona, malparado
y equivocado bajo las estrellas, sin otro pasto
que los peñascos de las cuestas, ni más aire
Fondo a fondo nada ha sido escrito aún y el planeta
lleno de ruido habráse estado vaciando
cabeza abajo
generación tras generación,
¿ Qué se ama cuando se ama, mi Dios: la luz terrible de la vida
o la luz de la muerte? ¿Qué se busca, qué se halla, qué
es eso: amor? ¿Quién es? ¿La mujer con su hondura, sus rosas, sus volcanes,
o este sol colorado que es mi sangre furiosa
D'accord, puestas al fuego todas las mujeres son pelirrojas, Teresa
de Jesús es pelirroja, Safo, Emily
Brontë es pelirroja, Magdalena de Magdala, tres
de las nueve hijas de Mnemósine y Zeus son pelirrojas,
Volviendo sobre una línea de Cortázar, las mujeres
cómo recaen. Man Ray
hizo la foto: lomo largo
con todas las vértebras preciosas a la vista y ella cayendo
Una cosa le pido, sea todo lo cruel
pero no me diga: cuídese,
el gesto es feo, en una despiadada como usted
ese gesto es feo, se nota el cuchillo
Mala suerte acostarse con fenicias, yo me acosté
con una en Cádiz bellísima
y no supe de mi horóscopo hasta
mucho después cuando el Mediterráneo me empezó a exigir
Juro que esta mujer me ha partido los sesos,
porque ella sale y entra como una bala loca,
y abre mis parietales, y nunca cicatriza,
así sople el verano o el invierno,
A veces pienso quién, quién estará viviendo ronco mi juventud
con sus mismas espinas, liviano y vagabundo,
nadando en el oleaje de las calles horribles, sin un cobre,
remoto, y más flexible: con tres noches radiantes en las sienes
Los días van tan rápidos en la corriente oscura que toda salvación
se me reduce apenas a respirar profundo para que el aire dure en mis pulmones
una semana más, los días van tan rápidos
al invisible océano que ya no tengo sangre donde nadar seguro
De unos años a esta parte veo una viruta de luz
a la altura de la fosa izquierda entre la aleta
de la nariz y el ojo, de repente
parece obsesión pero no es obsesión, le hablo
(Cum subit illius is tristissima noctis imago
qua mihi supremum tempus in Urbe fuit...)
Leo en romano viejo cada amanecer
a mi Ovidio intacto, ei mihi,
Ahora me vienen con que es el Ñato* Barra el que le ha dado un portazo
a todo esto, él tan fino y
veloz como su nariz que se adelantaba a
verlo todo de un tiro como llorando,
Corrupción y mártires, época mía la turbia
con todas las galaxias por estallar, Orgía
madre de la armonía antes, después
de la vejez del gallo aleteante
A esto vino al mundo el hombre, a combatir
la serpiente que avanza en el silbido
de las cosas, entre el fulgor
y el frenesí, como un polvo centelleante, a besar