Qedeshím Qedeshóth

Mala suerte acostarse con fenicias, yo me acosté

con una en Cádiz bellísima

y no supe de mi horóscopo hasta

mucho después cuando el Mediterráneo me empezó a exigir

más y más oleaje, remando

hacia atrás llegué casi exhausto a la

duodécima centuria: todo era blanco, las aves,

el océano, el amanecer era blanco.

 

Pertenezco al Templo, me dijo: soy Templo. No hay

puta, pensé, que no diga palabras

del tamaño de esa complacencia. 50 dólares

por ir al otro Mundo, le contesté riendo; o nada.

50, o nada. Lloró

convulsa contra el espejo, pintó

encima con rouge y lágrimas un pez: —Pez,

acuérdate del pez.

 

Dijo alumbrándome con sus grandes ojos líquidos de

turquesa, y ahí mismo empezó a bailar en la alfombra el

rito completo; primero puso en el aire un disco de Babilonia y

le dio cuerda al catre, apagó las velas: el catre

sin duda era un gramófono milenario

por el esplendor de la música; palomas, de

repente aparecieron palomas.

 

Todo eso por cierto en la desnudez más desnuda con

su pelo rojizo y esos zapatos verdes, altos, que la

esculpían marmórea y sacra como

cuando la rifaron en Tiro entre las otras lobas

del puerto, o en Cartago

donde fue bailarina con derecho a sábana a los

quince; todo eso.

 

Pero ahora, ay, hablando en prosa se

entenderá que tanto

espectáculo angélico hizo de golpe crisis en mi

espinazo, y lascivo y

seminal la violé en su éxtasis como

si eso no fuera un templo sino un prostíbulo, la

besé áspero, la

lastimé y ella igual me

besó en un exceso de pétalos, nos

manchamos gozosos, ardimos a grandes llamaradas

Cádiz adentro en la noche ronca en un

aceite de hombre y mujer que no está escrito

en alfabeto púnico alguno, si la imaginación de la

imaginación me alcanza.

 

Qedeshím qedeshóth*, personaja, teóloga

loca, bronce, aullido

de bronce, ni Agustín

de Hipona que también fue liviano y

pecador en África hubiera

hurtado por una noche el cuerpo a la

diáfana fenicia. Yo

pecador me confieso a Dios.

 

* en fenicio: cortesana del templo.

 

من سوء الطالع جماع الفينيقيات،

ضاجعت في قادش واحدة باهرة الجمال

ولم أعرف أبراجي إلا بعد ذلك بكثير

عندما طلب مني البحر المتوسط

المزيد من الموج،

مجدفا إلى الخلف وصلت شبه منهك

إلى القرن الثاني عشر: وكان الكل أبيض،

الطيور والمحيط والفجر.

 

قالت لي:

  • أنتمي للمعبد، بل أنا المعبد.
  • ليست عاهرة، خمنت!
  • كلمات تشي بالرضا عن النفس كتلك.
  •  50 دولارا لزيارة العالم الآخر؟

أجبتها ضاحكا: أو لا شيء.

50 أو لا شيء! بكت

مُتَشَنِّجَةً أمام المرآة،

ورسمت عليها بأحمر الشفاه والدموع سمكة: - سمكة،

تَذَكَّرِ السَّمكة.

 

قالت مُسكرتي بعينيها الكبيرتين الزرقاوين،

وهناك بدأت ترقص الطقس كله على السجاد،

وَضَعَتْ بداية قرص بابل في الهواء،

ورَتَّبَتْ السرير وأطفأت الشموع:

كان السرير بلا شك فونوغرافا

عتيقا من روعة الموسيقى،

حمامٌ، فجأة ظهر الحمام.

 

كل هذا في عري مُطلق

وشعرها الأحمر وحذائها الأخضر ذاك،

العالي، ينحتها رخاماً ولوحاً مقدساً،

مثلما تشاجروا عليها في صور

من بين ذئبات المرفإ الأخريات، أو في قرطاج

حيث كانت راقصة لها حق البغاء

وعمرها خمس عشرة سنة، كل هذا.

 

ولكن الآن، آه، ونحن نتحدث نثرا

سَيُفهم هذا العرض الملائكي كُلُّه

رجةً في عمودي الفقري،

واغتصبتها شَبِقاً وأفرغت منيّي في نشوتها

كأننا لسنا في معبد بل في ماخور،

قبلتها بفظاظة،

آذيتها فقبلتني أيضا

بإسراف من البتلات،

تلطخنا منتشيين،

احترقنا وقادش بدواخلنا في الليلة البحاء

في زيت رجل وامرأة لم يُكتب

بأبجدية بونيقية، إذا أَسْعَفَني

خيالُ الخيال.

 

Qedeshím quedeshoth، شخصية، لاهوتية

حمقاء، برونزية، عواء

من البرونز،

ولا القديس أغوسطينوس،

وكان أيضا شبقا وآثما في أفريقيا

لم يغتصب جسد فينيقية صافية ليلة واحدة.

- ربَّاه، أنا المذنب.

 

* بالفينيقية = جارية المعبد

Gonzalo Rojas

«El respiro, la inspiración, el coraje, el amor loco», ese es Gonzalo Rojas Pizarro,
poeta chileno perteneciente a la dinastía de los errantes, nacido en
Lebu el 20 de diciembre de 1916. Rojas, considerado una de las voces mayores
de la poesía contemporánea escrita en español, falleció en Santiago de
Chile el 25 de abril de 2011.
Gonzalo Rojas adquirió, según sus propias palabras, conciencia crítica
de su idioma por los caminos delmundo –como diplomático, exiliado y profesor–
después de haber dejado atados al litoral de Chile las lecturas de los
grandes escritores y De lamiseria del hombre, texto fundacional de su obra y
de una original poética que ha sido referente para las siguientes generaciones
de poetas hispanoamericanos. Una poética que se construye sobre un
permanente diálogo entre sus textos y los de los principales autores de la literatura
universal, entre la modernidad y la tradición.
Rojas es autor de una veintena de poemarios, entre los que destacan
–además de De lamiseria del hombre (1948)– Contra lamuerte (1964),Oscuro
(1977), Del relámpago (1981), El alumbrado (1986), Materia de testamento
(1988) o Río Turbio (1996), y las ediciones de sus obras completas,Metamorfosis
de lo mismo (2003) e Íntegra (2013).
Su trayectoria literaria ha sido reconocida entre otros galardones con el
Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el Nacional de Literatura de
Chile, el José Hernández de Argentina, el Octavio Paz de Poesía y Ensayo, el
Altazor o el PremioWaltWhitman.
Poeta esencial, visionario,ubicuo,heredero del relámpago,niño-anciano
indemne, fue galardonado con el Premio Cervantes de Literatura en 2003.


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