si sueño que estoy en Tánger

y estoy sentada hundiendo los pulgares

al sur de la medina

con obligado afán

ingenua ante la vida

e ingenua ante lo cierto

con la piel aún caliente

iba dejando señales

de cómo hacer tuyo ese lugar

en calles que suben

cerca del café-bistrot

los vecinos duermen ya

los hijos y las hijas de una mujer

que amaba duermen ya

y los hijos y las hijas de un hombre

que amaba duermen ya

nada cambia aquí

salvo el hecho

de que hubo almendros

cerca de la zona húmeda

y en el exacto centro de su centro

se oyen las voces

de Barthes de Ginsberg de Yourcenar

y estos son los nombres de la noche

siempre más lenta la noche

para los que saben escucharla

Leopoldo María Panero

murió en un water de Tánger

con el cuerpo besando el suelo

y fin del poema y fin del sueño

en el corazón de Panero

hay mil puertas que me amparan

y que yo abro cada noche

cuando me espera otro sueño:

pienso en Tánger

donde no es ninguna novedad morirse

sino una señal de que estás vivo.