De Contraverano

 

A Rafael y Roberto Orozco

 

 

Por larga distancia te cuenta tu madre

que hoy podrías cocer un huevo en el toldo de algún carro si quisieras,

que no es conveniente salir a la calle al mediodía,

que hay 50 grados de un resentimiento para todos.

 

Te cuenta que el periódico de hoy señala

que este año ya hay más muertos por el narcotráfico

que caídos en la guerra del Irak.

No sabes si decirle que exageran

o que al final, tal vez, tengan razón.

 

Será sólo el verano rugiendo sus bromas.

 

Otro día la voz de tu madre tiene algo de gladiolo y tierra,

todo porque no sabe explicarte

cómo a veces la vida  es un espejo que duplica la muerte.

Entonces la voz de tu primo Rafael desde su tumba

te sigue preguntando:

¿Qué es lo que hacen los poetas para ganarse la vida?

Pero él ya no vive para poder explicarle

que un poeta no se gana la vida,

que la vida nos gana con trampas el juego

y es un lugar común decir que es injusta como la muerte.

 

 

*

 

No quisiste quedarte.

No quisiste aprender cómo quedarte.

Quedarte resignado a beber toda la luz que nunca muere.

De tal modo que el recuerdo te soborna,

te hace dudar hasta llevar tus manos a tocar lo que no tienes.

Para tocarlo primero hay que saber decirlo, decirlo muchas veces.

Mucho tiempo has pensado destejer, una tras otra,

las tramas que se te van enredando entre los dedos.

Mucho tiempo quisiste enumerar cada partícula de polvo, cada capa de tristeza,

enumerar también cada puñetazo de la frustración,

cada truco para engañar el mediodía que te cortaba en sombra la figura.

Pero no puedes y te llevas una mano a la cabeza

y descubres que en ese recuento

hay una imagen que tienes de ti mismo y te es extraña

que sólo en sus contornos y a lo lejos, apenas en su sombra,

podrías reconocer.

Hay algo que ahora te detiene.

Has dicho demasiado y te has metido en un problema.

El añejo dolor que te conserva despierto y a la sombra

guarda para ti un sentimiento de revancha.

No puedes avanzar lo que quisieras,

el desierto que pretendes recordar se vuelve más extenso.

 

إلى رافائيل وروبرتو أوروسكو

 

 

   لوقتٍ طويلٍ تخبرك أمُّك إنَّك تستطيع اليوم أن تقليَ بيضةً على مظلَّة سيَّارةٍ ما لو أردت،

وأنَّهُ ليس من المناسب الخروج للشارع في عزِّ الظهيرة،

وأنَّ الجميع مستاءٌ لدرجة خمسين.

 

أخبرك أنَّ صحف اليوم تقول:

إنَّ أعداد من سقطوا قتلى في تجارة المخدِّرات لهذا العام،

تفوق أعدادهم في حرب العراق.

لا تعلم هل تقول لهم إنَّهم يبالغون

أو أنَّه في النهاية، ربَّما، كانوا على حق.

 

أهو الصيف فقط الذي يُلقي نكاته؟

 

يومٌ آخر، ولأمِّك الصوت نفسه وبه شيءٌ من التراب والنبات،

ذلك أنَّها لا تستطيع أن تشرح لك

كالحياة التي تكون أحياناً مرآةً تضاعف الموت.

ولهذا فإنَّ صوت قريبك رافائيل من قبره يتبعك متسائلاً:

ما الذي يفعله الشعراء ليفوزوا بالحياة؟

لكنّه لم يعد حيّاً ليشرحَ كيف لا يفوز شاعرٌ بالحياة،

الحياة التي تكسب اللعبة بالمكائد

مقبولٌ لو قلنا

إنَّها غير عادلةٍ كالموت.

 

*

لم تُرد البقاء.

لم تُرد تعلُّم البقاء.

أن تستسلمَ لارتشاف كلِّ النور الذي لا يفنى أبداً.

بطريقةٍ ما، الذكرى تغريك،

تجعلكَ تتردَّد في حمل يديْك على لمس ما لا تملك.

ومن أجل لمسه أوَّلاً يجب أن تعرف كيف تقوله، أن تقوله مرّاتٍ عديدة.

مرّات عديدة فكَّرتَ بتفكيكها واحدةً تلو الأخرى.

لفَّة الخيوط التي تتشابك بين أصابعك.

لطالما أردتَ عدَّ كلَّ جزئيات الغبار، كلَّ طبقةٍ من الحزن،

عدَّ كلَّ لكمةٍ من اليأس،

كلَّ خدعةٍ لخداع منتصف النهار الذي كان يقطعُ شكلك في ظلال.

لكنَّك لا تستطيع وتضع يدك على رأسك

وتكتشف أنَّ في هذا العدد ثمَّة صورة لك تشتاقُ إليك

وأنَّه فقط في محيطها أو من بعيد، بالكاد في الظلال.

ربَّما تتعرَّف إلى نفسك.

شيءٌ ما يوقِفك الآن.

تكلَّمتَ كثيراً وتورَّطتَ في المشاكل.

الألم القديم الذي يُبقيك متيقِّظاً وفي الظلِّ

يحفظُ لك مشاعر الانتقام.

لا تستطيع أن تُحقِّق ما تريد،

الصحراء التي تتظاهر بتذكُّرها أصبحت أكثر اتِّساعاً.

Mijail Lamas

Mijail Lamas (Culiacán, 1979) es poeta, traductor y crítico. Ha publicado los libros de poemas Contraverano, Cuaderno de Tyler Durden seguido de Fundación de la casa y Trevas. Canción del navegante de sí mismo. Obtuvo el accésit del XXVII Concurso de Poesía Ciudad de Zaragoza en 2011 y el Premio Nacional de Poesía Clemencia Isaura en 2012. Es editor de contenidos en la revista electrónica Círculo de Poesía y editor del blog de reseñas La Estantería, reseñario de poesía. Twittea en @mikhailenko