Poets of the world
A veces soy como el río
Confesando las formas de las piedras,
las partes de arenal lleno de escombros,
debo nombrar el viento y sus soplidos,
la melodía gris de la música ingrata.
Dispuesto a confesar hasta las dudas,
el ser de tobogán, de caída y pendiente,
de nunca conformar ni a las magnolias,
ni siquiera a los grillos cuando nace el silencio.
Así eludo dedos que me tocan los hombros,
así eludo cargas prendidas de mi lengua,
bolsas de iniquidad como limo y esquirlas,
como tanta maldad trepando cerros,
montañas sin color, pozos de olvido.
Confesando la sal y la sangre reseca,
los nombres que poblaron mis inviernos,
cuento con expiar las promesas del frío.
Sin recibo de perdón, sin ambiciones,
sin lisonjas de sol, sin claroscuros:
como agua sin curso, como pena sin cauce,
confieso que transcurro sin saber por qué vivo.